martes, 4 de mayo de 2010

El árbol del ahorcado

Un campesino acuciado por las deudas había estado pidiendo ayuda a sus vecinos y amigos, pero nadie se la daba, cuando la situación económica llegó a ser extrema, el hombre no vio otra salida que suicidarse ahorcandose en un árbol.


Cuando sus convecinos lo encontraron le ofrecieron las más honrosas pompas fúnebres que pudieron o consideraron que podían permitirse.
A partir de aquel día, fueron muchos los que al pasar junto al árbol volvían a ver a aquel campesino, con la soga al cuello, y sus ojos abierto mirándoles fijamente.

Por la noche, lo cortijos cercanos oían el ruido que producía la cuerda al balancearse sobre la llama, a pesar de encontrarse a basante distancia.
En una reunión decidieron cortar el árbol para evitar volver a tener que soportar tal visión y sonido.
Entre todos lo derribaron y se lo llevaron del lugar.
Aquella misma noche, el sonido de la cuerda volvió a escucharse.

A la mañana siguiente, el árbol seguía en su lugar.
Fueron varias las veces que procedieron a cortarlo, pero por la noche el sonido continuaba y a la mañana siguiente el árbol estaba intacto.
Fueron muchos los que aseguraron que habían visto al ahorcado colgando de sus ramas.
Nadie quería pasar por allí especialmente solo y los niños rehuían jugar en las cercanías.

De donde provienen todas estas leyendas es difícil de saber, como dije al principio, en todos los pueblos hay alguna leyenda al respecto y siempre hay alguien que conoció a la victima.

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