lunes, 1 de marzo de 2010

Leyenda de los árboles de hoja perénne

Un invierno, cuando las aves estaban emigrando para el sur, a zonas más cálidas, hubo un ave que se rompió su ala durante el camino y se quedó atrás.

Pronto las heladas y la nieve cubrieron todo el bosque y tenía mucho frío y hambre….
Entonces, le pidió a los árboles que le ayudaran y le permitieran quedarse en sus ramas.
- El Abedul estaba orgulloso de ser bello y soberbio y respondió a la petición de la ave, diciendo que él no podía ayudarlo porque tenía que cuidar a las aves que vivían en aquel bosque.
- El Roble siembre fuerte era reacio porque tenía miedo de que el pájaro quisiera vivir allí hasta la primavera y se comiera algunas de sus bellotas.
- Incluso el Sauce, que parecía ser de carácter mas suave se negó a ayudar, e incluso decía que el no hablaba con extraños.
El pobre pájaro estaba en mucho dolor y pena y trató de volar un poco más, pero sus alas aún no estaban aptas para ello.
Al ver a su gran lucha por sobrevivir, el Abeto le preguntó, ¿por qué estaba tan triste?
Cuando el pájaro reveló sus penas, el abeto le ofreció la más gruesa, la más suave y cálida rama que tenia para quedarse. El ave estaba muy contenta, por fin de encontrar alguna ayuda
Inspirado por la bondad de abeto, el grande y fuerte Pino también se ofreció para proteger al Abeto y al pájaro del viento del Norte a durante todo el invierno.
El Enebro también ayudó, algo muy poco corriente en el, y le ofreció a sus bayas para que el pájaro saciara su hambre.
Así, el pájaro vivía cómodamente allí en los árboles, sus amigos y se fue volando de nuevo en primavera, cuando su ala sanó de nuevo, sumamente agradecido.
El Rey Frost,(Rey Invierno) que observo la conducta de todos los árboles, dio estrictamente instrucciones al Viento del Norte de no tocar nunca más ni una sola hoja de los Abetos, Pinos y Enebros, mientras que él, el viento, sería totalmente libre de hacer estragos en las hojas de otros árboles .
El Viento del Norte es especialmente popular y duro, durante el deshoje brillante, de todas las hojas verdes de los Sauces, Robles y otros árboles donde habitan las aves Soplando constante hasta conseguir dejar sus ramas totalmente al descubierto durante los inviernos, sin nada para protegerse de la nieve, la lluvia y el granizo.
Y es precisamente por su bondad que las hojas del Abeto, el Pino y el Enebro siempre están verdes y se les conoce como árboles de hoja perenne. Un Don concedido por el Rey Invierno y acatado por el resto de los elementoss.

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